El proceso de tostado consiste en aplicar fuego a la parte interior de la barrica. En este proceso se va equilibrando el calor y la humedad para permitirnos domar la madera sin perder sus propiedades.
También va a modificar las cualidades organolépticas de la madera. La parte interior de la barrica recibirá un matiz que formará parte de la crianza de los caldos que contengan en un futuro.
El diferente tipo de tostado lo elige el enólogo, en función del vino que quiera elaborar, y los diferentes tipos de aromas y sabores que quiera conseguir: afrutado, a vainilla, a tabaco,…
El tipo de tostado y el tipo de roble (francés o americano) depende de el tiempo que un vino deberá estar en barrica.
Generalmente, antes de trasegar un vino, se suele dejar en barrica durante meses o años. Si el tostado es medio alto, se deja algo menos, para que el vino no coja excesivo sabor a madera.
Para conseguir un buen tostado es primordial que la madera haya sido secada al aire libre durante al menos de dos años a dos y medio, para que con el sol, la lluvia y el viento, limpie todas las impurezas que tiene la propia madera.
Si se utiliza madera verde, no bien seca, o secada rápidamente en secadero, aportará unos sabores amargos que no son adecuados para el vino.
Te mostramos el proceso que seguimos para obtener una barrica finalizada y lista para la crianza.
¿Quieres conocer un poco mejor una barrica? Te mostramos cada elemento y su composición.
El diferente tipo de tostado se elige en función del vino que quiera elaborar.
Los anillos de crecimiento del roble también influyen en la crianza de los vinos.
Somos una empresa familiar ubicada en Murcia, dedicada desde hace más de 25 años a la fabricación artesanal de barricas de crianza.
Nuestro propósito es que conozcan más de cerca nuestras instalaciones e invitarles, si es de su agrado, a ponerse en contacto con nosotros.
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